Av (Leo)
Av es uno de los tres meses más negativos del año. Los otros dos son Tevet (Capricornio), porque está regido por Saturno, un planeta de juicios severos y Tamuz (Cáncer) porque está regido por la luna.
Av – signo de Leo – está regido por el sol, y es la columna izquierda de los signos de fuego, lo cual hace que los Leo tengan una mayor influencia del fuego que se expresa en juicios severos, fuego abrasador y devastador y falta de equilibrio. Esta es la razón por la que los nacidos en este signo tienden a polarizar los sucesos, algunos negativos y otros positivos. El libro de formación dice que la letra Tet creó a Leo y la letra Caf creó al sol. Juntas forman la combinación energética que controla el mes de Av y Leo.
El sol, al centro de nuestro sistema solar, lleva luz, calor y vida a cada uno de los planetas. Sin él no existiría vida orgánica.
La gente que nace durante este mes tiene fama(o la infamia) de comportarse como el sol. Se distinguen por sus dotes de mando, determinación, dominación y poder, y llevada al extremo esta combinación tiene el riesgo de caer en el exceso de ego y orgullo. Los Leo fácilmente llegan a sentir que son los amos. El único control que tenemos es el auto-control. Todo aquello que alimenta el ego, el orgullo, o el sentimiento de superioridad nos impide ayudar a otros lo cual nunca es positivo.
El mes de Av es conocido por los múltiples sucesos negativos que a lo largo de la historia han tenido lugar en este periodo. La Inquisición Española, la firma de la Solución Final de Hitler, la destrucción de los Templos Sagrados de Jerusalén, todo ello ocurrió en el noveno día de Av.
El número nueve, representado por la letra hebrea Tet, nos conecta con la Sfirat de Yesod, que manifiesta toda la energía proveniente de las emanaciones superiores de luz. Jerusalén era y sigue siendo el centro de energía del mundo. Cuando el pueblo de Israel, y los habitantes de Jerusalén en concreto, eligieron comportarse de manera indigna entre ellos, esta energía que se creó y acumuló en Yesod, tuvo que manifestarse y lo hizo en una explosión de negatividad el noveno día de Av, en un corto circuito mortal.
El novena día de Av es un día de ayuno, no porque los dos Templos Sagrados hayan sido destruidos, sino porque es un día propicio para la calamidad. Cuando no hay unidad, ni un mínimo de dignidad entre la gente, esta energía negativa se acumula y culmina en el noveno día de Av. ¿Cuál es la solución? Un cambio en la conciencia y el comportamiento. Resulta muy fácil señalar con el dedo y culpar a otros,. Es más difícil transformar nuestra actitud y cambiar, ser pacientes, saber perdonar, y amar. Si cada uno de nosotros se pudiese percibir a sí mismo a través de una bomba de relojería, y cualquier acción egoísta disparara el mecanismo de activación, seríamos mucho más cuidadosos con nuestras acciones y nuestras palabras. El noveno día de Av es un día de destrucción pero al mismo tiempo es el día en que nace el Mesías. Ahí donde hay mayor oscuridad también yace el mayor potencial para revelar una enorme luz; todo depende de nuestras acciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario